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La Seguridad en la Prensa
  G—Esta cortina de luz vertical incluye un segmento remoto que protege el área y la prensa. Observe las bisagras de trabajo pesado y la forma en que los elementos de la cortina de luz están protegidos contra daños durante la carga de la matriz; los paneles laterales detrás de la cortina que evitan el alcance a la zona de riesgo y; cómo la altura de la cortina previene el alcance por encima o desde abajo.
varía dependiendo de la proximidad de los emisores y de los sensores en el transmisor y en el receptor. Algunos objetos pequeños pueden no ser detectados si pasan el campo entre los haces individuales. Imagine las puntas de los dedos pasando a través de una persiana de una ventana abierta – las tiras izquierda a derecha de la persiana son análogas a dos haces de luz adyacentes. Hay una distancia entre los haces dónde un objeto pequeño (posiblemente incluso la punta del dedo de un operador o una mano) pueda entrar en el campo de sensado sin ser detectado. El MOS define cuán pequeño puede ser un objeto para ser siempre detec- tado por la luz, independientemente del lugar dónde ingrese al campo de sensado.
Adicionalmente, la mayoría de las cortinas de luz mod- ernas permiten al usuario apagar, o cegar una parte de la cortina intencionalmente. Esto permite que conductos, transportadoras u otros objetos pasen a través del campo de sensado cuando sean requeridos para la producción. Los fabricantes de cortinas de luz publicitan los MOS de sus dispositivos sin cegado de los haces y con el MOS aumentado que resulta del cegado de uno o más haces adyacentes. El MOS final dará como resultado una distancia adicional que la luz deberá alejarse de la zona de riesgo superior a la definida por la fórmula utilizada para el cálculo de la distancia de seguridad.
Los expertos de la industria, para explicar el hecho de que el MOS varía, desarrollaron el Factor de Profundidad de Penetración como una forma de calcular la distancia adicional a la que el campo de sensado de luz debe encon- trarse de la zona de riesgo para salvaguardar la seguridad
del operador. El usuario final debe primero definir la línea de la zona de riesgo – el punto más cercano al operador donde la acción de la prensa crea un riesgo. Entonces, el instalador de la cortina de luz coloca el campo de sensado de la cortina a una distancia mínima de ese punto equivalente a la distancia de seguridad calculada utilizando la fórmula descrita. Con frecuencia los estampadores usarán el borde de la sobremesa por defecto para esta línea de riesgo, lo cual facilita su monitoreo – cualquier herramienta que quepa dentro de la sobremesa cumple con la guarda. Aunque, en aplicaciones dónde el herramental nunca se extiende hasta el borde, es aceptable definir la línea en conformidad.
Problemas de Producción y el MOS
Muy frecuentemente, incluso cuando los estampadores cuentan con el factor de tiempo de paro y con la configu- ración del monitor de freno, omiten considerar a detalle los problemas de producción que pueden requerir el aumento del MOS. Para aplicar las cortinas de luz apropiadamente, los estampadores deben examinar todos los factores requeri- dos para la producción. Por ejemplo, el material de la pieza de trabajo debe llevarse al punto de operación y, las piezas estampadas, al igual que la chatarra resultante del punzonado y del corte deben salir del punto de operación. Las guardas deben tomar en cuenta estas acciones.
El mayor error que vemos que cometen los estampadores cuando se trata de comprometer las guardas, es no considerar el factor sobre la necesidad de permitir que la chatarra salga del área del troquel. En la mayoría de las prensas, la chatarra sale por la parte posterior de la prensa. Por ejemplo, no considerar con cuidado la salida de la chatarra, puede hacer que el estampador eleve la cortina de luz (foto A) para per- mitir que la chatarra sea expulsada, comprometiendo con ello la guarda. La Foto B ilustra un escenario parecido, dónde el estampador instaló la cortina de luz sin tomar en con- sideración la salida de chatarra y que ha bloqueado una sección grande de la cortina de luz para tener espacio para que salga la chatarra y el contenedor de la misma, compro- metiendo con ello la guarda. La Foto C muestra un arreglo parecido.
Una opción excelente que permite la salida adecuada de la chatarra a la vez que continua protegiendo a los oper- adores, es el uso de una zona de protección (fotos D y E). Aquí, las barreras físicas evitan el acceso a la zona de riesgo a excepción de la abertura entre ellas y, las cortinas de luz escanean a lo ancho de la abertura para prevenir el ingreso humano sin bloquear las luces. Las luces están configuradas con una lógica de falla de restablecimiento manual. Una vez que se interrumpe, incluso por un instante, las luces permanecen en condición de falla incluso cuando han sido desbloqueadas; un operador debe usar una llave para restablecer las luces y permitir que la máquina vuelva a operar.
El mayor infractor que vemos en el campo: protección inadecuada en la prensa por donde salen las piezas. La aber-
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